Leo por enésima vez tu carta y no deja de emocionarme como el primer día. Como tan sencillamente sientes, como tan bellamente lo expresas. Eres tan dulce, tan dulce.
Es por tu carta que mi vida se llena de esperanza cada día, de amor y de alegría. Es por tu carta, que mis noches son más serenas, más completas.
Es por tu carta que te amo cada día, a través de tus líneas compartidas, que siento, que respiro, que soy..