Amnesia

No consigo recordar qué es un hada, afirma con dificultad, relegando sus pensamientos al otro lado de su mente. Mira a su alrededor, sin ver, sin darse cuenta de ningún detalle y escucha su propia voz repitiendo la frase.

En un esfuerzo absurdo, abre sus ojos de nuevo, pero la respuesta es la misma. El blanco opaco de la habitación le inunda suave y se tranquiliza por instantes que van y vuelven como un carrusel animado y silente, que le confunde. La luz entra a raudales. Sigue sin encontrar consuelo, sigue sin dar con una mísera clave, un camino, una pista que le indique dónde quedó todo. El aroma del aire es diáfano y delicado, profundo y sereno. No hay caso, no consigue hilar nada. Todo a su alrededor es ajeno, todo a su alrededor es nuevo. De pronto cae en cuenta que todo, además, duele. Se acerca el médico y le entrega el resultado.

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