Ella se acomoda en el sofá y disfruta del penetrante sabor de su trago. Se miran como siempre y ríen de la vida pasada, sin poder parar. Se pierden en historias infinitas, como infinitas han sido sus vidas, desde el día que se conocieron. Divergen, sin embargo en cuándo fue ese primer día. Ella insiste en cuando se conocieron en el río, pero francamente él no tiene memoria de ese tiempo. Él insiste que fue aquella noche de copas, cuando, producto de la efervescencia y la fiebre que les recorría por entero, se fueron juntos, recorriendo el pueblo en mitad de la noche hasta encontrar un lugar donde amarse. Hacía frío, recuerda él. Estabas borracho, acota ella. Ambos ríen y es como si de pronto, se hubieran trasladado a ese momento.
¿Seguimos siendo los mismos? consulta ella intrigada. Este sentimiento pegajoso y dulce hace presa de sí, una vez más, en una regularidad que se niega a abandonarle. Nunca hemos sido mejores que ahora, aboga él, presintiendo la avalancha de preguntas y cuestionamientos en los que siempre acaban por tocar este tema. Él sólo quisiera tocarla, como aquella vez, descubrir su piel a la tenue luz y entibiar sus manos entre sus concavidades, como entonces. Se miran y ya saben qué es lo siguiente.
Entre abrazos perdidos, oliéndose como siempre, recreando la hermandad única que les caracteriza, él formulará la razón y motivo fundamental de su existir. Nunca fuimos nada más que esto. Nunca insistimos en nada ni demandamos nada. Sólo somos. Y aquí estamos. Este espacio es sólo nuestro, en un tiempo finito determinado por nosotros. Eso somos, nunca fuimos ni más ni menos que ahora.
Se abrazan nuevamente. Un escalofrío recorre sus espaldas. Se besan como lo han hecho desde aquella noche de invierno, donde, venciendo la escarcha, se amaron. Encontraron el calor que esperaban y ha permanecido siempre ahí. Ríen como entonces, se miran como entonces y por un minuto mágico no hay más que sólo ellos.
Me tinca que ambos protagonistas temen que si llegaran a bautizar la relacion, esta se volveria trivial y perderian ese ingrediente sabrozon que los vincula, porque es precisamente eso lo que los mantiene unidos, mas alla del sentimiento acumulado con los años
Me da la idea de ser algo real, vivido y pena de que no sean mas de lo que son.
Que linda redacción, uno se mete en ella como si la historia fuera propia.-