Detrás de la montaña, la suave luz va abriendo su propio espacio entre la niebla y las estrellas. Empuja con fuerza, sin embargo, el pesado velo negro que cubre el cielo. Los colores de la aurora van saliendo uno a uno hasta formar la paleta colorida de rojos, naranjas y amarillos. Las nubes se acomodan obedientes y el viento las despeina un poco, para romper su simetría.
El aire se siente nuevo, primigenio, animoso. Trae recuerdos y esperanzas. Trae el nuevo día.
Después de la tormenta, viene la calma y sale el sol.-
Que inspirador relato del amanecer al aire libre…………