Falta picar las cerezas, me digo tratando de hacer una lista mental de todo lo que aún está pendiente. Las niñas andan como los gatos antes de que se largue a llover, corriendo por todas partes, fizgando con curiosidad dónde están los regalos. Este año ha sido duro, pero estamos juntos, dice Ernesto y eso es lo importante. No debo olvidar las lechugas ni el adobo del pollo.
Mi mamá me ayuda con la cena. Ha pelado las papas y yo voy corriendo a preparar el arroz. Nunca le queda bueno y así las niñas no se lo comen. Atrás quedaron los tiempos donde la comida que sobraba se la dábamos a las gallinas. Hoy, botar algo a la basura, con estos tiempos de carestía, es un desperdicio que duele en el alma. Estamos juntos dice Ernesto, cortando en trocitos un puñado de frutillas para hacer una modesta borgoña. Beberemos él y yo. Mi mamá tiene problemas de presión y no le hace mucha gracia el vino tinto.
Pasan corriendo las más pequeñas, siguiendo los pasos de sus hermanas grandes. Somos tantos, miro con pena, mientras Ernesto me ayuda a adobar el pollo. No todas las navidades son iguales, me repito y me vuelvo a repetir que no debo olvidar las cerezas para el kuchen.
Cenamos todos juntos, con nuestra mejor vajilla. Jugo de ciruelas para las niñas, no hay dinero para sodas. Un vaso de borgoña cada uno más un vaso de té frío para mamá. Nos reímos de las ocurrencias de las niñas y poco a poco la noche se va acercando. Son tan largos los días mamá, dice Cecilia, mi hija menor. Su vocecita inquiere otras cosas. Todas quieren saber dónde están los regalos. Todos los años, los escondemos en lugares distintos, para regocijarnos con sus caritas de sorpresa. Ahora, a dormir, digo por decir algo, pero ellas quieren ver el especial de dibujos animados en la tele, donde, en una blanca navidad, Santa se pierde, aparece, recorre el cielo y les llena de fantasía.
Ernesto me abraza tiernamente, después que he metido el kuchen en el horno. No hay cordero este año Jane, me dice con algo de pena y no hay muchos regalos, pero no me importa. Miro a mi alrededor. Las niñas en el suelo, con las luces del árbol tintineando en sus cabezas, mirando el televisor. Mi mamá secando los platos. Ernesto y yo. No sé si en estas circunstancias se podría pedir más.
No debo olvidar el kuchen en el horno, no debo olvidarme de arropar a las niñas, que finalmente se han quedado dormidas. No debo olvidar poner la mesa para el desayuno de mañana y no debo olvidar decirle al compañero de mi vida, muy feliz Navidad.
N de la R: En una propuesta de nuestra querida Anne, hago un alto en la historia de la troupe para entregarles, con mucho cariño, esta escena basada en una navidad de mi familia en el año 1982, cuando en Chile nos golpeaba una de las peores recesiones económicas. Una celebración modesta, con el entusiasmo de nosotras y los esfuerzos de mis padres y mi abuela, por mantener la ilusión intacta. Recuerdos hermosos que me hacen sentir el verdadero espíritu de la Navidad. Espíritu que deseo, de todo corazón, toque sus puertas no sólo la Nochebuena, sino cada día del año. Un abrazo a tod@s y las gracias en particular a Anne por llevarnos de la mano a este ejercicio en el que han participado:
– Anne Fatosme, Blog de relatos: Noche no tan buena –
– Eduardo Blanco: Cuento de Navidad improvisado –
– Blog de sendero: Galletas de Navidad –
– Concha Huerta: Mi regalo de Navidad –
– Pipermenta: Fantasía de Navidad –
– Testigo: Navidad a dos voces –
– Micromios: Mi papá noel
– No Entiendo Nada: Yingüelbels
– Zambullida: Destino
– Desde tu ventana: Ventana de Navidad
– Cuento chino: Tres pollos y un lechón (una historia de navidad) –
Me has hecho celebrar otra vez la noche buena siendo como es hoy un insípido 14 de enero. Mientras leía me he convertido en el niño que ya no soy (por mucho que nos guste decir lo contrario) y he corrido a buscar los regalos bajo el árbol y a beber un poco de jugo de ciruelas.
Besos, abrazos, mucho amor, vinito del dulce y del otro, buena compañía, inspiración a manos llenas, fuerza, persistencia, muchos regalos, de todo tipo, y diversión.
Pancito de pascua y brindo con cola de mono (con ron blanco, pero qué se le va a hacer) por que las musas no te abandonen ni un segundo.
M: qué bonita sorpresa y qué hermoso cuadro el que pintas, con el pan de pascua y el cola de mono. Un abrazo gigante y muchas gracias por tu gentileza hoy y siempre
Muchos cariños
Entrañable, bello, dulzón, peregrino, memorable, afortunado por tener quien lo evoque con tanta ternura.
Recuerdo del pasado pasado al presente.
Buenas Fiestas y mejores Navidades
Dolça abraçada
Querido Eduard: debo confesar que la originalidad de tus comentarios es algo que extraño demasiado en mi bitácora. Que pases por aquí de vez en cuando es un regalo extraordinario para mi, muchas gracias.
Un abrazo
No se puede pedir una mejor fiesta navideña que aquella que se comparte con la familia en armonía y paz. Recibe un abrazo afectuoso con los mejores deseos de una Nochebuena plena de amor. Felicidades !!!
Minicarver: no pude pedir una mejor fiesta que compartir este recuerdo y ver los comentarios de todos uds. Un abrazote y mil gracias por tus buenos deseos. Nos leemos.
Una navidad de esas «a prueba de todo» como bien le comentás a Concha, de esas que abundan por acá.
Cuando se es niño, el mundo maravilloso se crea con lo que tenemos a mano…la comida más sencilla, si es sabrosa y viene después de un juego sabe al manjar más exquisito, las sábanas frescas y limpias son el paraíso aunque no sean de lino ni la habitación sea de ensueño. Lo uqe más importa para un niño es estar en buena compañía y como demostrás en tu historia, para un grande también.
Un GRAN ABRAZO Y FELIZ NAVIDAD!
Clau: si, asi es. La niñez es la etapa de la sencillez y los buenos sentimientos que brotan por si solos y de la manera más honesta. Tal vez sea por eso que cada vez que voy a la casa de mis padres, me siento tan a gusto.
Un abrazote y muy feliz navidad 🙂
Hola Chieseli, yo también he seguido la sugerencia de Anne:
http://jofz.blogspot.com/
Un cordial saludo
Juanjo
Juanjo: impresionada y alagada por la inclusión de mi cuento en tu bitácora. Muchas gracias.
Un abrazo y muchas felicidades en estas fiestas.
Es todo un honor compartir el ciberespacio con todos vosotros, y leer cuentos tan llenos de amor y ternura como el tuyo.
Que tengas unas fiestas muy felices.
Besos.
La iniciativa de Ann ha sido motivadora para darle vuelo a la palabra y dejar plasmado un sin fin de Historias. El relato de Chrieseli, es antes que nada un canto a la familia. Compacta, haciedndo un cerco y fortaleciendose ante las embestidas de una crisis. Tienen lo esencial, que es el amor, que es la mejor defenza para no caer ante las agresiones sociales. El texto contado desde la intimidad de una madre, posedora del don de llevar a buen puerto el barco de la navidad. Sencillo, claro y emopcional querida amiga Feliz navidad para ti y toda tu hermosa familia Rub
Rub: si de algo nos podemos enorgullecer como familia es precisamente a lo que tú haces hincapié, el amor familiar. Y sí, esa es mamá, la navegante sin brújula de este mar que se llama vida.
Un abrazo y mil gracias por los buenos deseos y la lectura. Feliz Navidad
Entrañable relato. Me ha emocionado. Todavía es pronto, pero por si acaso te deseo unas muy felices fiestas.
Zambullida: y muchas felicidades para ti también. Un gran abrazo y mil gracias por leer.
Que maravilla poder viajar al pasado y poder celebrar contigo esa Navidad que nos relatas. De carestía quizá pero llena de verdadero espíritu navideño. muy feliz idea de Anne y a ti te deseo lo mejor para la de este año. Un saludo desde una Madrid congelada donde a las 5 se hace de noche… Diferente clima, mismos sentimientos.
Concha: te debo confesar que mi infancia tiene muchos momentos como este. Tal vez sea parte de la formación «a prueba de todo» que tenemos por este lado del planeta, tú sabes, desastres naturales a cada rato y eso.
Nunca nos sentimos, ni siquiera en esa navidad, menoscabadas por las circunstancias. Es un sentimiento de solidez que a veces me abandona y que extraño. Pero no podía fallarle a Anne, no crees?
Un abrazo calentito desde este sur de Chile que se niega a abandonar el invierno, aunque anochece a las 10 y mil gracias por el privilegio de tu lectura.
Feliz Navidad 🙂
Cuanta ternura, cuanta dulzura despide tu relato, el verdadero espíritu de navidad, el ingrediente que a menudo falta en muchas familias. Un precioso relato en estos tiempos de crisis.
Un abrazo muy tierno,
Anne: toda la ternura y el cariño son culpa tuya ;). Cuando leí tu solicitud de crear un cuento de navidad, créeme que no estaba muy motivada. Las presentes circunstancias no son muy auspiciosas en muchos aspectos, sin embargo, no podía quedar mal contigo y busqué lentamente y con cuidado hasta que me encontré con este recuerdo, más que cuento que sentí merecía la pena compartir con uds.
Otro abrazo para ti mi querida Anne y las gracias por darme la oportunidad de viajar a ese momento.
Feliz Navidad
Me erizaba cuando leia «No debo olvidar el kuchen en el horno, no debo olvidarme de arropar a las niñas, que finalmente se han quedado dormidas. No debo olvidar poner la mesa para el desayuno de mañana y no debo olvidar decirle al compañero de mi vida, muy feliz Navidad.» Me vi en esa mamá apurada por que todos estén bien, por cumplir bien…
Un bello relato.
Ana María: primero que todo muy bienvenida a esta bitácora y sí, la mamá apurada, enfocada a que todo salga de la mejor forma posible con los recursos que tiene a mano es la imagen más patente que tengo de mi madre.
Muchas gracias por pasar a leerme y te deseo una muy feliz navidad junto a tu familia.
Saludos desde Chile
Yo me inscribo en este club, no necesariamente como mamá, pero sí como ayudante de varias mamás. Un abrazo a ambas y muchas, muchas felicidades, mañana por la noche y todo el año, todos los años.
Todos tenemos una navidad especial que por el motivo más extraño se nos quedó en la retina. Hermosa es la tuya, cuanto cariño despide por las letras que escribiste.
Salut
Micromios: muchas gracias por tus sentimientos de empatía, con una noche que pudo haber quedado consignada como las «para no recordar», sin embargo, a pesar de todo, nunca lo sentimos así.
Un abrazo y muchas felicidades en estas fiestas.
Mi querida chrieseli no sé porqué pero imaginaba un cuento así. Muy de tu estilo, tierno y un poco triste.
Bonita idea la de Anne que me hace pensar en otros muchos ejercicios como imaginar alguna historia de terror. Yo creo que este tipo de cosas hacen que nos hermanemos aún más y que la imaginación se dispare. Además resulta bastante interesante comprobar como lo vamos enfocando cada uno.
Mis buenos deseos de paz y amor para ti y todos los que te rodean. Como tú bien dices no solo en Navidad sino para todos los días del año.
Piper: y para ti también. Muchas gracias por pasar, leerme y comentar. Es siempre un hermoso regalo.
Felicidades 🙂
me dejo un sabor amargo tu recuerdo, pero tan bien narrado como esta, me gusto que lo compartieras.
abrazo!
G: de amargores y dulzuras está hecha la vida. Sí, es cierto, una navidad con apreturas económicas no constituye un aliciente extra para la celebración, pero tal vez ahi, para mí, radica la belleza de aquella vez. A pesar de todo, estuvimos juntos.
Un abrazo y muchas felicidades
Muy bonito relato, se siente la ternura de los personajes, excelente descripcion del verdadero sentido navideño, un gran abrazo
Lucy: gracias por pasar y comentar. Feliz Navidad para ti y los tuyos
Precioso relato, mejor dicho cuento de Navidad, ya que reúne todos los ingredientes. Una delicia leerlo, y una alegría inmensa ver que te has animado a colaborar en la iniciativa de nuestra mutua amiga Anne. Muchas gracias Chrieseli y que esta Navidad sea enormemente feliz para ti y los tuyps.
Un fuerte abrazo, amiga mía.
Ernesto: las gracias a ti por comentar y leerme. Un gran abrazo y felices fiestas para ti y tu familia y amigos