Queda el abrazo grabado en su memoria. Recorre el panorama y sentirá que, de alguna forma insólita y verdadera, lo que queda es sólo el abrazo. Eso y nada más.
Nada más que un abrazo finito y dulce. Ni la voz, ni la risa, ni los sueños. Ni el olor de los libros viejos, ni la cama de la abuela. Ni el frasco colmado de agua fresca, ni la pasión de media noche. Ni el humo del cigarrillo, ni las galletas de jengibre o la ensalada de pepinos ni el pan del desayuno. Nada más queda. Nada más.
Tranqui Chris, no a todos debe gustarle, a mí me gusta pero él me parece muy cheto como dicen en el sur, un tanto snob para mí gusto. Pero igual me gusta.
En qué parte esta situada tu Heydiland, que rico respirar puro, sin ruidos de bocinas y smog, que lindo. sí te tengo en Rss así que leo cuando actualizas tranquila que tengo bastante tiempo, jaa ya que no puedo moverme mucho. Un abrazote para vos también.
Lunatique: Hey! bienvenida y gracias por pasar. Sabes? No me gusta Cerati, por alguna razón que no he logrado determinar, pero tienes razón, suena como eso eh? El inconsciente colectivo es muy poderoso.
Todo bien en este universo bloguero. Con muchas satisfacciones y alegrías.
Gracias de nuevo por tu atención. Heidiland está tan bien como debería. Por ahi te encuentras con más historias. Un gran abrazo 🙂
Oh esa frase que lapidaria que es. Nada más queda, nada más* Me recuerda a Gustavo Cerati un poco. ¿Cómo has estado Chris?
Vi unos relatos tuyos y otros anexos en la página. ¿Cómo va todo en tu lindo pueblito de Heydi?
Un besito
Xica: No hay resto, lo siento. Es sólo un momento en el tiempo, como lágrimas bajo la lluvia. Gracias por pasar y comentar. Un abrazo.
Muy sensible, pero con gusto a poco……..falta el resto del cuento
Anne: Gracias por tus palabras. Sí, la memoria es compleja y traicionera, en mi caso al menos. Se activa en cualquier momento y con cualquier sensación (olores incluidos) y me lleva a lo que pensaba olvidado. Ya no lo analizo. Lo dejo nada más.
Un abrazo también y gracias de nuevo por pasar.
Eduard: Wow, cuánta pasión vertida en tus amables letras. La he leído varias veces y en ninguna he dejado de conmoverme. Un gran abrazo para ti también y miles de gracias por tu apoyo.
Un texto lleno de delicadeza. De todos modos el mecanismo de la memoria se me antoja muy complejo. A mi lo que se me queda gravado en el recuerdo por encima de todo es el mundo olfático. Rarezas.
Un abrazo.
Un abrazo grabado en la memoria no es, para nada, poco. Como tampoco lo es el detalle nimio e insignificante de los recursos, al fin y al cabo toda aventura se dirige bajo unas directrices. ¿Qué sería de nosotros si nadie nos hubiera enseñado unos pocos recursos para sobrevivir? Claro que lo fantástico sería llegar al mundo con un manual de instrucciones bajo el brazo, si bien eso no es así. Nos basta con esos pequeños grandes recursos heredados de quien antaño nos quiso para interpretarlos y actuar en consecuencia. Ello no le quita mérito a esta aventura del vivir, personal, única e irrepetible.
Cuántos de nosotros no daría una mano por llevar ese abrazo en la memoria, pues por haber, hay quien ni cató el amor.
Ánimos y un abrazo.
Gracias por pasar a visitarme y por tus amables palabras. ¿Sabes? Debo confesar que has hecho detenerme a pensar si son o no recursos literarios los que gobiernan algunas de mis historias y me temo que no lo sé. A veces, con frecuencia debo decir, las palabras llenan mis pensamientos y bajan a la carrera por mis manos. Creo que lo fundamental para mí es «liberarlas». Si causo una grata impresión con ellas, me doy por más que satisfecha. Un gran abrazo.
Hermosa, romántica y melancólica prosa, chrieseli. Tanto en el tono como en las bellas imágenes que encierra. Creo entender que son recursos literarios, en gran medida simbólicos, que tú empleas con acierto para expresar un estado del alma.
Un abrazo